jueves, 10 de febrero de 2011

Poetas de las miserias (Entrada #16)

 Tecnicismos  

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La elección de Aparicio entre los muchos aficionados a las traducciones de textos llegó por suerte y por su disposición de poeta. Los que participaron en el concurso eran de distintos países y los textos que tradujo le parecieron cómicos al evaluador, era un voto de confianza, la empresa necesitaba un artista nato de urgencia y Aparicio poseía las cualidades. La ONG ofrecía buena paga, estadía en la nación anfitriona, remuneraciones de trabajos, viajes a países que nunca pensó visitar con esa facilidad que se le presentaba a la vuelta de la esquina. Gina siempre soñaba con París y Aparicio le contaría algunas de las historias vividas allí.
Cuando llegó frente a las oficinas de su nuevo trabajo lo primero que significativamente hizo fue dudar de los transeúntes que lo franqueaban en la calle. Aquella contemplación del edificio lo perturbaba, así se acordaría de los amigos del Caribe. Repasó lo que horas antes había planificado en el trayecto: Saludar a la tipa de las informaciones con su acento hispanoparlante. Seguro lo guiaría a una fila de asientos para esperar que una o un representante lo atendiera. Saludos de cortesías, monotonía, repasar la lógica formal de los avestruces. Sacó su libreta de apuntes para anotar el verbo y el sustantivo para su nuevo repertorio. Iría aprendiendo en el camino. Releyó los gestos del director que le hablaba en francoespañol, podría decirse que era el método de la ONG para los nuevos que venían de esta lengua. Aparicio se encargaría de traducir textos del francés al español, del alemán al español, del italiano al español, del inglés al español y viceversa, entre otros idiomas menos concurridos en los documentos legales de la ONG. El tipo con aire de superioridad le entregó una llave y una hoja con la dirección de su nuevo hogar.
Salió al pasillo con ganas de vomitar y fumar a la vez, necesitaba refrescarse de la retahíla que el caradura del director le dijo en menos que canta un gallo. Reflexionaba sobre las frases hechas del hombre y como la mente humana es muy cambiante pensaba en la exposición conferencia que daría a la mañana siguiente. Antes de dirigirse al aeropuerto se levantó a las cinco a leer poesía de Vicente Aleixandre. Se metió al baño y efectuó el rito de todas las mañanas. La partida estaba pautada a las diez. Organizó sus útiles de trabajo de traductor, los introdujo en un maletín junto con sus libros de preferencias. Ya sus ropas esperaban guardadas en la maleta. 
Bebió café gracias a una cafetera que estaba cerca de la entrada de la oficina de resección. Observó hacia un lado y leyó: Salón para fumadores. Se dirigió con el vaso desechable al cubículo. Mientras fumaba le vino a la cabeza la maleta. La había dejado en el taxi. Se llevó un gran susto, no pasaba nada según la tipa de las informaciones, llamaría a la compañía de taxis para que se la devolvieran después, la llevaría un taxista a su nuevo apartamento. Su oficio formalmente comenzaría al otro día de nueve a cinco de la tarde.
No veía el momento en que saliera de aquel ambiente minimalista y monótono. No quiso que la de las informaciones llamara un taxi, caminaría para acostumbrarse a su nuevo estilo de vida. Anduvo casi toda la calle, la noche caía con sus luces artificiales encendiéndose por dondequiera hasta llegar cerca de una iglesia que luego se enteraría que era la Catedral Saint Germain des Près. Agarró un taxi y se dirigió al apartamento de la Rue Voyageur Ruoge en el segundo piso de un viejo edifico barroco.

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Dio la conferencia de bienvenida en tres idiomas, eso tardó unas horas. Dijo su nombre y lo que era, un traductor artista del Caribe, de Santo Domingo. Lo pusieron a redactar un texto del español al francés y del francés al alemán: El juego de la Fruta. Destinado a la franquicia de la ONG en África para unos huérfanos de guerra.
Formemos un círculo a distancia de un palmo. Cada persona elegirá una fruta, tal como banana (guineo o plátano), pera, naranja, uva, mango, manzana, fresa, sandia, ananás, kiwi, melón, etc., y entonces diremos yo muerdo sabrosamente mi banana, usted muerde con gusto su fresa, vosotros mordéis vuestras naranjas, ellos muerden sus mangos, el muerde con ricura su kiwi, ella morderá exquisitamente su manzana, tu muerdes con deleite tu uva y mordemos delicadamente nuestras frutas, porque allí se encuentran las vitaminas que necesitamos para continuar viviendo. Cada cierto tiempo, dos veces al día, hacer este juego para que los niños y las niñas aprendan el valor nutricional de las (sus) frutas, la repetición hace que la memoria de los desnutridos se aferren a ese valor irrefutable que poseen los alimentos. Hay que comer frutas dos veces al día, así nuestro cuerpo se hidrata con regularidad.       

Para la feminidad y las madres
Las madres tienen mucha importancia. Es igual a un desmadre de lo que se hace al llegar el parto. Las parturientas gritan, se quejan de un dolor de hijos e hijas. Son las guías del hogar y en estos tiempos las madres se liberan, buscan descubrir ideas para ser iguales ante la sociedad de los machos-machos. Pues sin madres nadie estaría contándolo hoy. En el neolítico las madres comandaban; existía una especie de matriarcado y el hombre era el hazme reír de la comunidad, salía y permanecía meses, que no existían en esa época, y las madres se encargaban de todo. Hoy en día esas madres han sido objeto de humillaciones pero ya se han cansado y tratan de gobernar el mundo a fuerza de protestas en las calles de París, Viena, Estocolmo, New York, Hong Kong, Praga, Londres y otras ciudades que se suman. El caos que han armado los hombres en las políticas y las administraciones de Estados es rotundamente apabullante, no poseen corduras y ha como de lugar quieren quedarse con el poder, pero las madres que se han ido convirtiendo al travestismo, dígase del origen de Lesbos, repugnan ya la copulación. Dicen que en las tiendas farmacéuticas encuentran las inseminaciones a buen precio y no es necesario acostarse con un verdugo de mierda. Pues hay que aprender a descifrar metamensajes cuando se dicen cosas concretas, no hay que perder el tiempo. Aprender a cambiar es sacar la basura y no esconderla porque si llevan esos conocimientos a la práctica el amor a las madres es lo más increíble de todas las cosas. Se aprende con ejemplos. Por eso apoyamos al movimiento feminista.
 Entregó la redacción. Se acomodó en un asiento para pensar en la responsabilidad, en ser más coherente con las planificaciones de sus obras de arte, escribir mejor las cosas y ser más preciso cuando hablara ante un público desentendido de la realidad. Agarró un lápiz, no le gustaba escribir directamente en el ordenador, murmuraba que no debía perder el tiempo en decir lo que no es. ¿Por qué las palabras construyen y destruyen el mundo? ¿Qué debería hacer para mejorar su estado síquico? Cada interrogante iba directo a su quehacer. Cuando saliera de la oficina se dirigiría a un bar a desentumecerse de aquella penetración para enfrentar sus limitaciones y sus alcances. Esa vez logró aclarar las recomendaciones de lugar cuando traducía palabra a palabra los mensajes que iban a hacer enviados por fax a las distintas filiaciones de la ONG. Pero las comunicaciones se distorsionan por una coma o la colocación de un verbo o un adjetivo, de los puntos y que decir de los rumores. Cada distorsión que se hace en cierta medida beneficia a unos cuantos, pero perjudican a otros. Aparicio implementaría su planificación a corto plazo para disminuir la distorsiones al traducir un texto o cuando escuchaba a sus compañeros de trabajo que le hablaban en mezclas de idiomas para entorpecerle sus miramientos de arte, debía mantener la atención cuando el director del departamento gesticulaba y el releía sus gestos porque deseaba descifrar las partículas, ese poder particular en los temas tratados. Anotaba las palabras con significación para profundizar en los contenidos ya que las estrategias recomendadas por el director del departamento lo desubicaban. La primera exposición en un principio fue interrumpida por los monigotes de Eritrea cuando estos hacían interferencias con sonidos guturales. Esto a Aparicio le pareció fenomenal porque un líder se hace y por lo tanto debe forjarse con ideas de avances con el arte, con lo único verdadero que le interesaba en la vida. Dar ideas forman líderes, pensaba aun acomodado en su asiento en una postura ridícula porque después de haber traducido lo que tradujo no tenía que hacer, sino esperar la tarde para irse a tirar uno tragos a algún bar. Sacó uno de los libros del maletín y comenzó a leer una novela. Al leer a grades escritores así adquiría conceptos para después formular juicios con capacidad de mutar en raciocinios, en teorías que llevada a la practicidad encontraría soluciones de problemas; pero esos conceptos lo sumergirían en otros problemas más existenciales para con el arte porque el hipertexto era lo que se escribía grande al lado de otras grafías enanas y que la risa alivia el alma. En la conferencia de inicio para dar su presentación Aparicio tartamudeo como nunca antes, sentía que detrás de su nuca yacía un lagarto comiéndole la lengua y esas palabras imprecisas al hablar dotaron al público presente de risitas por debajo de los asientos. Nadie le hizo preguntas preestablecidas. Pero luego llegó el director para avisarle que en la hora del almuerzo tendría que prescribir la dieta que estaba acostumbrado a ingerir en su país. Preguntas del subconsciente al instante de subrayar cada alimento a tratar por los cocineros. ¿Qué tramaba el director con tal propuesta alimenticia? ¿Qué buscaba mostrarle con esa diarrea de varios minutos? ¿Qué motivos movían al director al comunicarle que eso era una manera original de plantearse el estomago?
Lo primero que me lavo por la mañana es la pera para mordisquearla con sabrosura.
Sonrió con libertad. En adelante Aparicio se erronearía en el desretorno de los hechos ante su llegada a la oficina. Porque somos el resultado de cosas feas y estas cosas feas pueden convertirse en cosas hermosas. Se estaba preparando para salir a la calle, ordenaba su escritorio, y vino el director y otros dos tipos para invitarlo a un café cerca de allí. No podía dormirse por las insinuaciones. Cuando se llega nuevo a un lugar todas las vistas se te pegan en el trasero, no descansan, siguen tus movimientos por pasillos, por ventanas y puertas, miran tus labios y leen en ellos cualquier vaina. Se sentía extraño por la manera amanerada que el director y los tipos lo abordaron con respecto a la traducción de algunos escritos leídos. Fue directo con sus propósitos, el juego de la fruta se siente como debe sentirse. A la salida la tipa de las informaciones dijo que lo primero que ella se lavaba por la mañana era su vulva y debajo de sus senos y axilas, el aseo era fundamentar. Aparicio se ruborizó por el atrevimiento, aquí no había pelos en la lengua para decir las cosas con son. Es bueno son-reír.

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Para las franquicias afiliadas en Europa Oriental/Recomendaciones para asumir
           Cada miembro o miembra relacionados (as) de forma directa o indirecta tendrán que hacer sus tareas por reflexión y no por repetición. Hay que tener las cosas a tiempo. Si no hay capacidad de liderazgo no habrá progreso. Son los puntos a seguir en adelante porque las ideas entran por el lado derecho. Posándose en el izquierdo se vuelven frenos convirtiéndose en asuntos amorales que nos amarran y no nos permiten avanzar por el temor. Hay que despojarnos de esto, y establecer un ideal que nos empuje a alcanzar las metas propuestas por los directivos. Cada representante debe escribir en piedra y no en arena. Puesto que la palabra negociar es la clave para la vida en estos tiempos. Se negocia con la guerra, “a lo que nos oponemos”, se negocia con la gente, y el comercio de consumo es vital para nosotros porque si no fuera por esto estaríamos perdidos, somos una institución que vive a costa de las donaciones de las grandes empresas multiinternacionales. Hay que descubrir las cosas buenas en las malas: si existen desplazados en Afganistán, muertos y huérfanos, nosotros entonces —debemos de enfocarnos hacia esa guerra— obtendremos beneficios incalculables de los donativos. Nunca digan yo no sé, sino como se aprende eso. Nuestra institución es y debe seguir siendo portadora de amor y no del odio. Es ineludible, la muerte se encuentra a la misma distancia de todos. Apunten las acciones operativas, no dejen de lado las observaciones que mañana nos sirven porque conservar objetos es uno de los valores que perduran por siempre. Saber tomar apuntes es saber llevar un acta de las ideas básicas. Hay que estar atentos a las noticias de las agencias de comunicaciones internacionales, así aprovecharemos al máximo nuestros enlaces sin inmiscuirnos directamente con otras asociaciones que buscan fortalecerse de manera participativa, siempre actuaremos bajo perfil.
 Entró al bar sin mirar a su alrededor. Ordenó un cubalibre y se lo tiró de un trago. Deseaba echar a las plantas de los pies las traducciones del día. La necedad del director lo llevaba a perderse en la opacidad de las luces del establecimiento. Nadie era tan frío al ordenar cosas así, enviarlas a unas personas que quizás no tenían ni idea de lo que se tramaba. En uno de los tramos del bar vio una botella de ron importada de su añorada tierra. Le dijo al mozo que le sirviera de esa botella. Pasó sus manos por su pelo, síntoma de embriaguez presupuestaria. No le restó importancia el grupo de jóvenes que había entrado hacía unos minutos al bar, pero sí observó que entre ellos se hallaba una chica distinta, le recordaría a Gina, y los juegos con los pasa montañas. Esto tampoco lo sacaría de su estado de alerta con las traducciones, se dijo que los metamensajes infundían miedo, que los disparates ridículos al que estaba siendo sometido lo llevarían a perderse entre borracheras y caminatas para poder estar tranquilo. Pero pronto Aparicio se acostumbraría al sistema de la ONG. Sintió una mano en uno de sus hombros, y escuchó una voz con acento afrikaans, que lo llamaba, era uno de sus compañeros que le pedía acompañarlo en la juerga. Aparicio le comentaría sobre la posibilidad de dejar el trabajo de traductor. No llegaba a adaptarse pese a los meses que llevaba en la institución. Solo con leer y releer y traducir una nota que se envió esa tarde a la ONG de la región del Caribe, supo o comprendió que su estadía allí sería un fracaso rotundo. Aparicio aparecería de mocos tendidos en su apartamento a lo barroco o rococó. El despertador lo levantaría a la hora establecida para otro día de labor de traducción.

A las ONG afiliadas del Caribe
Las reacciones de manifiestos en la sesiones por los secretarios y los suplentes han llegado hasta nosotros. Es irrisorio coartar las decisiones tomadas por los presidentes. Debemos ser más precavidos para que no se nos escapen ciertas remuneraciones con la clase pudiente de las naciones. Sorprendidos hemos quedado cuando sus instituciones hacen las observaciones de lugar después de actuar sobre la cuestión, eso no debe ser de ese modo. En cuanto al discurso de entrada, ofrecido por los directores y las directoras, expresamos que el tema se enfoca en una misma trayectoria de usurpación de mando. Es claro que han actuado irreflexivamente. Todavía sin perder tiempo están sujetos a revocar sus licitaciones de pedidos y fortalecer las instituciones que representan y que nosotros desde aquí les damos apoyo sin restricciones en todos los sentidos. También, pensamos, por igual sobre los temas tratados, como por ejemplo, los títeres, los muñecos para ventrilocuar, los mimos y la sociedad marginada de los pobres muertos de hambre. La sociedad en que se educan los desposeídos (es allí donde ustedes deben de mirar) se alimenta de malas noticias sin cultivar lo bueno de ellas. Es cierto que eso se lo debemos a los medios de comunicación, con los que convenimos estar en concordancia. Ellos donan y a los donantes se les trata bien aunque sean los culpables por una parte. A los dominantes les interesa la educación por medio del consumo, así tendrán clientes desde el nacimiento. Nos sentimos muy aturdidos por la alusión que han hechos los secretarios y sus suplentes, porque las buenas noticias no se promulgan en todas las esferas de sus sociedades. Es un hecho latente la manipulación de convenio. Ofrecemos libertad institucional a las ONG, pero no hay que pasarse de listos por cuestiones económicas.

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Al llegar a la oficina saludó de rutina a las compañeras y compañeros que a esa hora se hallaban arrellanados ante sus escritorios hurgando papeles, tecleando en sus computadoras, conversando por teléfonos, riendo del último chiste de la noche pasada en alguna reunión de paisanos o dándose  expectativas al pasar una persona delante de ellos y ellas. Se dirigió a la mesita con la cafetera, preparó café y se largó a fumar en el cubículo de los fumadores. Allí encontró una mujer, se le veía medio amargada, y pensó en Gina y apuntó en su libreta los números exactos del tiempo transcurrido y las postura de la mujer porque Gina siempre se drogaba de imágenes cuando algo le venía de entre manos con los pensamientos hechos un desastre. Quiso hablarle a la tipa, pero su timidez era tal que ni acabó de fumar y salió.
Continuaban llegando los dependientes de las oficinas, Aparicio los veía por el cristal que lo separaba del pasillo. E iba reflexionando sobre que majaderías le daría hoy el director del departamento para traducir. Como por arte del demonio se abrió la puerta y entró un mensajero con unas series de documentos. La mayoría estaban para traducir al inglés y al francés obedeciendo al original alemán.
Comentar sobre un diario. Aparicio se remontaba a la lógica forma de los avestruces. Puntos esenciales sin tocar. Explicar el rumbo destinatario de las lenguas. Hojas en crucigramas y lo más importante. Morir por intoxicación de idiomas. Resurrecionar de lamento al pasar por las grafías. Ver rostros de tragedias. Eso quería la directiva y las asociaciones de lugar. Dinámica de grupos en los cafés y los bares. En las plazas eran menos. Había que implementar por eso la técnica del abogado. Dejarse ir por la guía de turista y fanático. Nada de experiencias con dejar que alguien hablara por otro. Debía perderse en el sabor de las palabras. Sin equivocación, porque era bueno saber que él poseía derecha e izquierda. Hay que poner la lengua a funcional. Músculo poderoso. Y como la malignidad hacía sus metidas de ojos, todo lo malo, se decía, por ley debía fracasar. La ONG. Porque el que está en el medio siempre sobra.

A China y sus manufacturas
Hace un tiempo vimos como por la televisión el poder económico de los Estados Unidos caía por la coalición de dos aviones y que les llamamos atentado contra la humanidad. Hoy se ha sobrepasado el horror contemplado por los newyorkinos a base de explosiones, una espesa polvareda, gentes corriendo a salvar sus miserables vidas y otros lanzándose desde un cuadragésimo noveno piso o sexagésimo octavo piso. El asunto de las religiones y las guerras siempre vienen con el semblante “USA”. Antes de ocurrir la tragedia se sabía. Ahora vemos que hay documentales independientes y oficiales. Uno muestra el embrollo como una estratagema o un complot con objetivos específicos: Irak, Afganistán e Irán. Justificación de terrorismo. Pero hay una meta que todos llevamos a cabo; aquí el petróleo es el alma mater de los sufrimientos, luego será el agua. Poder económico. Los pueblos que defienden sus hegemonías son presentados por el otro documental como el demonio, que no le importa la vida de nadie, solo dar la guerra para aterrorizar a la humanidad. China tiene siglos, una civilización que se ha esforzado por ser quienes son. Lo doloroso es saber que fueron y son sometidos a un sistema caduco. Debemos sustituir lo que es de todos por lo mío propio. Ahí esta el ejemplo de Cuba, que sufre desde década lo que ningún otro pueblo ha soportado. Nuestra institución se opone a los embargos, pero debe estar a favor de los cambios y el sistema imperante.    
       
A las ONG con asentamiento en Siberia y La Patagonia

Aún no nos imaginamos cómo o qué razón existe en la aplicación para obtener más datos sobre la importancia de poseer cosas. Nadie en épocas anteriores daba motivos de saciar su economía en base al poder de bienes materiales. Los chamanes son un ejemplo hoy día. Hay personas que salen y se convierten en otras dejando de lado sus orígenes y son capaces de elaborar estrategias para un estudio minucioso con fines de seguir transformándose. El paradigma de esto puede ser M. Jackson. Pero que va, hay que poner en práctica la investigación, de modo que las reacciones manifestadas son explícitas cuando en una sesión de brujería se encuentra un médium para turbar la obtención de los espíritus nósticos o esotéricos. Con sumo cuidado hay que pasar de izquierdas a derechas los documentos originales, por el hecho que si falta o sobra uno podremos hacer administración con derecho y deber. Así, nuevamente, cada junta volverá a su estado primario. Los hechos ininteligibles con respecto a la elección por las instituciones. Hay que reír como niños si nos señalan de una u otra forma, quien tiene que responder son los abogados. Los ejecutivos de la central están consternados por la actitud que han tomado con el medio ambiente, ese también es un poder que debemos rescatar a cualquier costa, ayudándolos a conseguir sus autonomías pronunciando la consigna: “hay que ejercitar la lengua hasta la última circunstancia”.
Ensayaba con sus dedos. Los origamis surgían en aves y aeroplanos, flores de papel comprimido, animales y sombras superpuestas a los retratos colgados en la pared del fondo. No todo lo que se planifica se realiza, pensó. Motivo que lo traía de cabeza. El concepto de gerencia no se utilizaba en sus informes diarios. Pretendía describir las traducciones con el fin de que un título no era importante sino el aprendizaje de experiencia. La vida no es justa y hay que acostumbrarse a ella porque nadie se cura en su casa. Se arrepentía de optar por esta oportunidad de trabajo. Si metes la pata, aprende de los errores; no era culpa de él sino de sus padres. No había por que llorar. Había que iniciar el camino de limpieza por sus ensayos de dedos, porque los origamis ya estaban siendo pelotitas que tiraba al zafacón. Al mundo no le importaba su estado emocional, a ese mundo en que el vivía solo le interesaba que hiciera correctamente las traducciones que día por día le ponían frente a su narices. Pensaba que el director del departamento era uno más que estaba siendo utilizado por la directiva, y que no era duro como afirmaban los otros. Maldecía esa oportunidad. Apretaba los dientes. Todo parecía ser en vano porque la televisión no dulcificaba la vida diaria en la vida cotidiana. Tenía que ser amable consigo mismo, optar por lo mejor y dejarse de estupideces reflexivas a través de la probabilidades. Hay que vivir cada día. Hay que resolver el hoy. Aparicio no podía estar en el pasado ni irse para el futuro. Pero creía que el pasado era un constructor del presente en base a la experiencia y el conocimiento que se ha obtenido, y este para un futuro.  Eso necesitaba aclararlo de inmediato, porque qué sería del presente sin un pasado que ha ayudado en determinación a esta actualidad, y que presente sin su futuro, porque en el presente se planifica para alcanzar ciertas metas en un mañana. El que planifica está previniendo lo que puede suceder. Es verdad que nadie puede estar en tres espacios de tiempo diferentes, esto solo le cabe a la memoria. No es el pasado la experiencia con que se vive un presente. Aparicio entendía que la actualidad era elemental, pero los otros dos tiempos eran complementarios a una vida que actúa en el hoy a pesar del sentido hedonista.             
       
5
Aquella noche subía junto a uno de sus compañeros por las escaleras del bar con parsimonia, dudaba de cada pisada, creía falsear al plantar las suelas de los zapatos y que un agujero (a pesar de la solidez) se lo tragaría y lo vomitaría del otro lado del mundo. Todavía no habían pedido los tragos cuando un grupo de jóvenes artistas penetraban el umbral de la entrada, con gritos y aplausos de personas alocadas y ajenas a un ambiente que dejaba entrever las pulsaciones de los concurrentes. Aparicio notó algo anormal o si se quiere de coincidencia. La muchacha rasta venía con ellos. Él no podía echar a un lado el semblante de esa mujer. La particularidad yacía en que los otros acompañantes no mostraban esa aura misteriosa que veía en ella, y esa intensidad luminiscente lo atrapaba, lo hacía retrospectar ambivalentemente a un tiempo sin razón cuando miraba por los atardeceres el rostro de Gina, ese rostro de risas amplias y serenas. La tipa era eso, rasta y risa con serenidad adiestrada. Nada más había que verla para darse cuenta que era una artista, su estilo de vestir, en bultito a un lado, otro bultito colgándole de su cuello de gacela, hendiendo sus tetas exuberantes y la complexión del bultito era similar a los de los fotógrafos. Llevaba una cámara fotográfica. Era evidente, y no hasta esta segunda oportunidad de observarla, Aparicio no había advertido su ocio. Preguntó a su compañero de labor sobre los artistas. No supo contestarle, solo le dijo que casi todas las noches de fin de semana ellos venían y se alojaban en el bar como si fueran los únicos dueños. Cuando pidió a la mesera la cuarta roda de tragos hizo la misma pregunta. La mujer le respondió que esos jóvenes siempre iban a tomarse unas copas después de algún show montado en unas de las plazas, en los andenes de los trenes, en calles céntricas de la ciudad, en los parques, en los teatros independientes que existían en los barrios marginados, en donde a ellos mejor le pareciera montar sus locuras de artistas sin domicilios. Salvo, dijo, de ese —se refería a un tipo de unos cincuenta, con aire de gentleman, formalmente vestido— que ha llevado su espectáculo a teatros reconocidos de la ciudad. Aparicio no les quitaba la vista de encima, y menos a la muchacha rastafari. En una pensó ir hacia el grupo, pero el amigo lo detuvo, tenía que regresar a su hogar, se preocupaba. Aparicio asintió y se marcharon.

A una poeta o poetisa del norte
Hace tantas noches que vengo observando los movimientos alternativos de lugar. Creo el problema, tenemos que escuchar y liberarnos. Los análisis de literatura no se prueban. Porque escribir es detenerse y orientarse por caminos. Hay asuntos endiabladamente nuestros y no podemos donárselos a otros. Si leemos bien, pensamos bien. Cuando existe de antemano una distorsión no conviene ser gente de buena conciencia sino casos mal infortunados. Hay que acostumbrarse a escuchar para superarnos. Los problemas de oídos lo llevamos pegados a nuestros caracoles desde hace milenios. Porque anoche cuando regresaba de un bar vi a un hombre fornido, con una gran pansa, el cual arremetía con una especie de látigo a un grupo de ratas. Lo interpelé por el hecho, dijo que así debía ser, había que apalear a las ratas. Dijo llamarse Monsieur Estanislao, PHD en Historia Clásica y éramos compatriotas, porque dijo aquello en el buen sentido dominicano y en español.
Generalmente las personas que no leen, escuchan mal, porque en la terminación está la belleza de la costumbre, del hábito. Todo lo que hacemos es teatro. Cuando la enfermedad entra por la puerta, el amor sale por la ventana. Y la personificación es la figura, la imagen es el símbolo. No saber que vivimos en dos tiempo y que solo el contexto se encarga de determinar en que tiempo se está, ya vivimos atrapados en él o los problemas. Monsieur Estanislao, PHD en Historia Clásica, viene apaleando a las ratas de distintos modos. Son reacciones tomadas a la ligera. Como si se sintiera de manifiestos o de la explícita figura humana. Recuerdo aquella joven poeta en compra de blusa y vaqueros, era tan hermosa vestida de esa manera que esa hermosura ridiculizaba. Al cabo de un tiempo una amiga de pasarelas y confines acumuló vienes y también compró blusa y vaqueros. Miraba que la prenda de vestir le ajustaba perfecta a la poeta y ese día de compra, al probárselos no les agradó el conjunto, sino que se marchó sin nada. Por eso la amiga de blusa y vaqueros no se trae de cabeza con modas y asuntos de competencias.                  

A las ONG no afiliadas llamadas cofradías
A veces los pormenores de acrósticos son avisos. El agradecimiento sustenta la dedicatoria en un texto de arena, el cual se reconoce en una toma de raíces particulares. Un acta sustenta la constancia de procesión. Vamos regurgitando un guión de entrevista, a menos que la sesión tome una disyuntiva propicia a la biografía. Cuando, por si acaso, sale una nota de prensa con el título invertido, o sea, sin decir lo que tiene que decir, entonces nos gustaría ser los santos, y las vírgenes, adoraciones de imágenes pretéritas a los ídolos de terracota y rupestres simbologías africanas por los meollos devotos.

Dejo el lagarto a ras de sienes impertérritas,
santa redención de guaguas salobres. Tardes
reunidas a comer inconfundibles altares de huesos,
luces adosadas a los escaparates verticales.
Aclaro siempre el lagartear difuso de obrar
por los mitómanos y el ritmo de los versos,
romperé soplos encuentro de rezos y sobrevenidos,
renacer de ancestros, de hombres y penurias,
en gestos de despojos amarillos por las cofradías.

Son los cánticos llamados a sobrevivir en esa tierra sin dioses y sin nombres que se declara en los pájaros extintos y que son conservables en la memoria. Hay que agradecerle a la tolerancia, al amor a las costumbres heredadas hasta en los genes, que nos llevan, por ejemplo, a la frontera de la poesía.
A los organizadores de las cofradías sobre puntos críticos del arte de la misoginia. Los números en un poema se escriben en letras y símbolos. Surgieron tras un asunto de necesidad comercial. Para los romanos y los griegos el cero no existía, porque el vacio no contaba. En el ábaco no existe, sin embargo, los indúes lo inventaron. Hay cosas que son representaciones mentales, punto medio de una recta. Somos coprófagos, unos come mierdas aunque nos de vergüenza. El vacío representa hoy lo que no tenemos. Hay gentes que les falta; pero no saben que les falta. Es una cifra y no un digito. Invención sistemática del decimal. Puesto que en el sexagesimal se esconde una religión. Hay relatividad en números, letras, poesía, existencialismo y comercio.   

6
Vimos un nombre en dónde y cuándo nace el vacío y como ha sido la vida infantil de los coprófagos, y en vista que ya se conoce en donde obró en primer lugar, en segundo podemos decir que el curso secundario de los hallazgos toma rumbos hacia la intelectualidad con un dogma breve por los sedimentos. Los recuentos son relaciones de infanticidios. Así aparece la obra del artista y sus medios que le deja marcado por conveniencia o por una necesidad de síndrome en consideración en la sociedad de consumo. No hay que dejar de lado las preferencias de contextos y relatividades presupuestarias a la objetividad del asunto, viajes que han costados cientos de caras contraídas en las trincheras y las barracas. Paludismo erradicado. Dengue moderno. Experiencia de polillas y en cada sustitución no hay que ver, sino mirar y detenerse a regenerar circuitos de generaciones en proyectos escriturales ejercidos en una plataforma de olas y espumas baratas. No importa si se nace en junio o agosto de la Segunda Guerra Mundial, o con ser la séptima escudilla de los trastornos, porque durante la infantilidad se dedica a diversas labores: dogmas, egocentrismos, ecolocalizaciones, rumores de introito, parafernalias de acumulación de aminoácidos, introspección de fotosíntesis y vidas paralelas. Esta última se debe a que también será el nombre en la marcha. Iniciamos en la interrupción dedicada a la actividad, ya que el comienzo acaba en la llegada. Son más de una década y después finaliza por una maniobra de lugar que le tendrá aprecios promoviendo sus enlaces cotejados en la simetría. En los andenes come sopa de imágenes, bebe huesos supurantes, traga verbo y sustancias proclives. En el año de su despido iniciará el ingreso al tugurio seminarista de su propia afrenta. Comulga lecciones de diarios y espejos. Dice con obligatoriedad que las huelgas sanan los coprófagos y las liendres. Bombardea constantemente su bacinilla desde su rascacielos o desde la transitoriedad de los ecuménicos. Padece trance de hilos y quiebres. No importa. Sí importa. Norma de viajes para desacreditados. Egreso de título y fechas contrariadas en sus dedos de origamis, de figuritas a secas, dotándolas de microbios y énfasis. En el año de su despido formará parte de una congregación de artistas fragmentarios, iletradas imágenes de corpúsculos, esfinges y gárgolas de prototipos sepias, a blanco y negro, de tecnicolor, de histriones mudos e histriones pánicos, de músicos blues y jazz and rock. Psicomagia de generaciones en generaciones. Abrevia el paralelo 68, frecuencia imaginaria de sur y norte, de pasiones y lenguas muertas, y mantiene una constante unidad dispar con actividades de apartamentos, sexo a lo Marguerite, reencuentros de frontispicios, de empeines y sudores. Funda el contagio de los martes en los bares. Promueve su displicencia a la monotonía porque tras el nacimiento del nombre por salud abandonará las matemáticas. Recientemente anduvo de manos con la ilegibilidad de la pirotecnia y la unión de la lengua en desuso. Había que inventar mientras se permanecía en espera de las traducciones.

A un poeta del sur
Según el exterminio de la palabra poesía quiebra las geografías. Era un mundo falto de misterios; sin sentido de locomoción y daba las márgenes al murmullo del personaje, a ese amarillo dolor del sexo y las columnas invertebradas. Animales excéntricos masturbándose con sus conformes imágenes deshonestas, rompimiento del deshielo y la biblia, canotaje de retinas en charcos construidos por los fósiles y el cuaternario. Decidía hacer trípodes con las masas, obrar por cuenta propia sin ocupar los tiestos y los síndromes, leyes presumidas a una distancia en el canto mismo de la tristeza destruida por la aridez de las calles vacías, un cosmos desprestigiado por los reptiles y los perros: Una poesía dentro de un poema que no es poesía. Y los toneles al fin descienden de sus miramientos, se encumbran de la farsa agonía extendiéndose en los malabares de las olas, difuminar de flores, partirle el cuello al molusco, a la baba y la fugacidad de la entrepiernas. Llamaba peso al sueño. Le decía pan al norte, hablaba de sombras pero no son sombras sino representaciones pictóricas sin ningún fin específico. Obraba por tecnología pero no apoyado en los tecnicismos que adolecen las pupilas. Se movía larva o gusano en calles y postes ondulándosele la vista, comiendo supuraciones metafísicas, ya metal del odio y las afirmaciones. Hay un destino al agarrar los bichos de las manufacturas, clonación de vértigo y dudas. Ya para qué perecer de antemano en un incidente amorfo, ya qué de ellos sin el lujo de los maleables síntomas de la mitología, del cansancio, de los artificios y las fauces de los monstruos. Agotamiento de picnics. Amaba los fragmentos desunidos por la hilaridad. Creía en las bellas salidas de las oficinas hacia algún establecimiento chino. La nafta lo hacía reír por las denominaciones de gentleman y estilos, porque dividía el sentido de la frase en otro sentimentalismo informal. Cuatro serenas palomas esperándose en su vuelo. Decidía irse por donde la rara enfermedad humana protegía a mansalva los números y pluralidad, como quien demuestra el efectismo de los abalorios y los trapecios. Los números han de gritar goznes, accidentes y ya nadie es piedra, ni cromosomas, puro reciclaje de antorchas y al ladrar un perro las botellas vuelan, dice, ese debe ser detenido. Ha quebrado rumbos, cosas así. Rabia de cruces, de toldos y azules contagios de guardas, de usurpaciones y de estatuas amándose en el viento. Escribirá parques e indecisiones grises tejidas a los campanarios con sostenido enema tras la brisa una vez madura. Certifica dibujos a las piadosas uvas de látex. Caga palabras. Caga eclosión, bate los sonidos de escenarios. Minimalismo torpe de posar en un retrete a la hora de la poesía. Va hacia donde los cangrejos duermen sus huellas e introspeccionan. Anda hacia la vista de los comejenes amando cualquier saliva, va pero no encuentra el regreso de los antídotos inservibles. Marguerite hace ruptura de fotos. Gina inventa rupturas eclesiásticas. Dicen de los gentleman porciones de fantasías durables y otros especímenes. Improvisan los alcaloides, asumen presencias de semáforos y oficinas, claustrofobia mal interpretada por sus ademanes afijos. Como no poseen asfaltos inacomodan las manos sobre las claraboyas de los viajes de ida y vuelta. Una venta de astros, economía de Ares y lengüetazos atrasados en los vehículos. Gina parte a fronteras disyuntivas. Marguerite aviva ánimas con sus lentes potentes, adormece la vista en los cafés y los postres. Dadivan cientos de rostros incongruentes y obscenos. Aquí el rojo existe en cada transacción bestiario por los trenes y los anónimos.

7
En verano del mismo año Aparicio recogió sus útiles del escritorio. Algunas traducciones estaban a medio hacer, no se las dejaría al departamento. La ONG remitió un cheque a su nombre y con esa suma de dinero viajaría hacia donde siempre ha soñado. Su despido fue así, por cuenta propia, tanto tiempo al servicio de unos come mierdas, desde su inicio no soportaba al director, ni el ambiente monótono de la oficina. Nadie salió a despedirlo, era como si los demás estaban sumergidos en otros asuntos, como si no les importaba su salida definitiva, como si la directiva de la institución les había comunicado a sus compañeros que no lo despidieran. Esto le pareció algo anormal, pero vaya uno a saber el por qué nadie le dijo: cuídate, que te vaya bien, no gaste mucho, adminístrate adecuadamente, si vas a tu país, dale recuerdo a tu familia, etc., etc., y etc.
Cuando cargaba con su portafolio y una caja de cartón e iba dirigiéndose a la estación más cercana que se dirige al sur de la ciudad, mientras pensaba en los años de los servicios a la ONG, en la verdad política del sistema organizacional, de los muchos disparates que tenía que traducir por antojo de los directivos, en las obras de literatura que estaban como proyecto para próximas publicaciones por la ONG, de las donaciones, en lo eternamente que estaría agradecido por ayudarlo a publicar dos o tres libros de poesía. La puerta automática se abrió instantáneamente al percibir su presencia. Entró como su cajita de cartón debajo de uno de los brazos, en el otro, como ya sabemos, llevaba el portafolio. Antes llamó a Marguerite para informarle del acontecimiento, ella no dijo nada. Lo sabía, porque lo discutieron una noche antes o cuando se metían a discutir sobre el problema, del abandono del trabajo por pereza monótona, del viaje a la India, a Nepal, a Bután y luego al Tíbet. Solo poseía instrucciones de diarios, novelas, poesías, relatos cortos, de internet, de cartografías y geografías, breve conocimiento de idiomas, amplia información de la religión, costumbres, gastronomía y la altiplanicie. Agarró asiento junto a unas jóvenes que traían audífonos, meneaban sus bellas cabezas de pelo revoltosos con reiteración, a ritmo de rock. Intuyó tal agasajo interpretativo por la facha de sus vestimentas. Colocó el portafolio encima de sus piernas, después la caja de cartón. Destapó la caja y sacó un manojo de papel. Iba seleccionando las hojas, pasándoselas de una mano a otra. Introdujo el resto en la caja y comenzó a leer o a releer lo que hipotéticamente se enviaría al día siguiente:

A las instituciones de Estados con fines educativos para la Región del Caribe Hispano: Colegios, Escuelas Públicas, Politécnicos, Universidades estatales y privadas adjuntas a la ONG Internacional para una mejor formación académica
A
Las diferentes clases de lecturas que el ser humano ha adquirido en el transcurso de un aprendizaje efectivo posee varias maneras de clasificación: la científica, analítica, mecánica, de vista u observación, literaria, de apoyo como material didáctico… Pero en esta ocasión vamos a ofrecer una guía para la Lectura Profesional; y el término Profesional en contraposición del amateur, que es una lectura por el simple hecho de leer por hábito, a gusto y no con un fin determinado.  La lectura profesional se visualiza con un propósito investigativo, en donde el investigador tiene que efectuar una serie de estrategias sistemáticas, como por ejemplo, poseer un esquema elaborado antes de…, dar explicación de la lectura, y en este esquema o plan preestablecido puede consistir en documentos biográficos de un escritor, de la sociedad en que el texto va a hacer leído.
B
Hay palabras con más de cinco silabas, y para ser uso de argumentación de ellas en las interrelaciones cotidianas, deberíamos empoderarnos de los conocimientos de lugar, aplicándolas con el mayor uso posible en el transcurso de los estudios. Proveernos de un vocabulario eficaz nos ayuda a dialogar correctamente con nuestros receptores y frecuentar esta adquisición de sustantivos, verbos y adjetivos, los cuales están compuestos en su mayoría por prefijos, sufijos e interfijos, nos trasciende. Esta invención ayuda a que las palabras sean más longitudinales desde sus lexemas. Otras que se utilizan son a lo que los lingüistas han denominado (ya lo advertimos): sufijo, que esta después de la sustancia de la palabra, es decir, aquella que origina el desplazamiento de una palabra a otro nivel. Por modelo tomaremos “autenticidad”. El sufijo de esta es “idad”. Su lexema es “autentic”, con “idad” la palabra es un nombre; pero si el lexema se le agrega una “o” o una “a” cambia de expresión instantáneamente. Ahora se observa que el lexema “autentic” con una “a” o una “o” integrada se forma un adjetivo. Y así las palabras obtienen una gran ampliación de contenido significativo en la medida que el usuario la aproveche en un equis “x” contexto.
C
Cada título designa un comprendido sostenimiento. A veces esas palabras mutan en especialidades para el uso correcto de un profesional. El concepto especialidad ya esta describiendo de por sí la particularidad de una persona cuando hace uso de ciertos giros en las palabras; de aquella que se consagra de forma muy versada en un determinado arte, y en este caso al decir. Sin embargo, el hecho de que en el uso coloquial (rural y urbano [barrios marginados]) sea concurrente que las personas que conforman esferas de bajo rendimiento intelectual posean un vocabulario de no más de cuatro silabas y en sus conversaciones no significa que estén extintos de ser individuos de no progresar en el empoderamiento de otras palabras. Esta baja constitución del acervo lexical se debe a la no lectura, o nunca han  ido a una escuela; algunos llegan, si acaso, hasta los estudios primarios, otros a la secundaria, y estos últimos se estancan sin ampliar sus conocimientos. Se debe también al mal uso orientador de la familia, concerniente a que muchos de los jóvenes fornican a temprana edad, se someten a concubinato, desertan y el estudio a la mierda, entre otras justificaciones. Hay palabras (a las que nos referimos existen en sectores de cualquier sociedad, resultan no ser especiales sino palabras por repetición) que debemos cambiarlas por otras que nos ayuden a hacer mas humanos, comenzando por la familia, la escuela y los colegios, fomentando la lectura en todos sus aspectos.

Asuntos estadísticos. Datas de junio del 2004-2005 
Variables: Habilidad, Nivel de dominio, Eficiente, Regular, No dominio, Sin respuesta.
Con las datas estadísticas podemos medir cualitativa y cuantitativamente si una persona tal está o no apta para manejar instrumentos, se da la información descriptiva que el porcentaje en el manejo perfecto de un computador es de tan solo un 17.8%; los que lo utilizan de modo regular es de un 40% y un 42% las que no saben utilizarla. De esta manera se muestra un gran problema de deficiencia de los mismos docentes en el manejo de este aparato. En los otros artefactos la eficiencia en sus usos es deplorable, salvo en la manipulación de un aparato de música, en donde el porcentaje de no saber dominarlo baja considerablemente, con un 4.4% e incrementando en el perfecto manejo en un 55.6% sobre el total y un 40% lo hace de forma regular. Dado las datas en la investigación encuesta, vemos que la población de docentes en pedagogía posee un déficit en el manejo perfecto de los instrumentos elegidos por la firma encuestadora. Es preciso que un docente sepa manipular, no perfectamente una diversidad de instrumentos, sino que debe saber como utilizarlo en apoyo a sus imparticiones, no tan solo en la actualidad como recursos didácticos, sino en la vida diaria. En otra encuesta encontramos que las habilidades escriturales según el grado de dominio son paupérrimas al instante de efectuar la entrevista. Son de un uso regular en mayoría. Solo en algunas habilidades han obtenido cero índices porcentuales, dando indicios del no dominio escritural. Pero no adversas a la pedagogía, tales como programas radiales y de televisión donde hay un 0% de eficiencia, con regularidad 0% y el abrumador 100% del no dominio. Los programas radiales y televisivos son importantes para informarnos de lo que esta pasando en nuestros países. Ni que hablar de los reportajes. En el ejercicio de escritura se muestra un dominio regular a la hora de escribir de un 28.9% y de un 71.1% los que no dominan la escritura; de igual forma los encuestados ofrecen datos similares en las parodias y los mosaicos musicales. Ateniéndonos a estas informaciones, observamos que los maestros generalmente están desprovistos de conocimientos fuera de su área profesional. Además, parece ser que la gran cantidad de educadores sostienen un bajo índice académico. Un dato interesante fue publicado en un periódico de circulación nacional en uno de los países del Caribe Hispano, el cual sustentaba que el 80% de los estudiantes de las carreras pedagógicas ingresaban a las universidades con un sexto de primaria aprobado. Por acopio, es suficiente darse por enterado, aunque estos maestros alumnos estaban en término de sus carreras, traían un arrastre desde el inicio de sus participaciones en las diferentes asignaturas de las carreras de padagogía, arrojando al final que los mismos no manipulan instrumentos ni las habilidades escriturales. Entonces sería conveniente de la existencia de un programa que ayude a estos maestros a capacitarse más eficientemente, jamás el no dominio de las técnicas para un saludable aprendizaje integral en cualquier circunstancia de la vida. 
Tomar una vía de acceso a un apartamento barroco que ya no será el de Aparicio, sino de otro traductor suplente. Organizar con objetividad los pensamientos, ser cauto, avisar a Marguerite de su llegada, estará con su kodak en una plaza cerca de una de las catedrales o atrapando a algún mendigo con su flash químico, con sus quimeras de duende. Pensar en la acción, en el efecto y la causa de un nuevo departamento en la Rue de Châtaigne, canalizar la preparación de un estudio minucioso del ambiente, adecuarse, condicionarse. Leer sus movimientos. Leerse ante un espejo. Hacer lectura de las cajas y los bultos, ir acomodando cada objeto en su lugar, preferir echarse en un ricón o en el baño a vomitar el mal, el bien, que diablos, si a Aparicio se le hundía el cuerpo por las lecturas de una atmosfera enrarecida. Fumaba como un loco, más que un loco, ya no se sentía el rostro. Pero el lector de su propia imagen proyectada por un espejo esta dotado de sagacidad, se crea dudas, reflexiona. De acuerdo con la posición de Aparicio en el baño, es algo impersonal, se lee baba, se lee huevo, se relee conferencias, se relee mierda y se sigue leyendo en una instalación para museo o el Louvre en convulsiones de un reptil cerca de la muerte, de otra vida y se ve un libro adornado de amarillas salivas, en discusiones con Gina, con los amigos de Marguerite, cabos sueltos y atados a un colofón mujeriego, a una tilde que cubre toda la portada y parte de la contraportada. Se lee un verso resquebrajado, abierto, una cortada emanando culebreos, manos agarrándose de los pedestales, mientras ahí mismo hay gentes que van y vienen sin toparse con sus inmensos ojos que danzan las vías, ejercicios de cámaras contenciosas y representativas del pueblo, congresos cayéndole encima al blanco hueso del inodoro, opiniones. Él está fuera de las obligaciones y ocupaciones habituales, se es ocio, se es minimalismo, un frasco de compota impresa al vacío, al relleno recientemente. Se leyó tiempo libre, y se dedicaba a guardar los recuerdos de oficina, libros, diccionarios, inactividad en dedos de origamis, de yo te miro y tu me miras por el cristal, de meterse un café e ir al cubículo de los fumadores a morir o a vivir. Y se dejaba por simple elección largarse por fruiciones en donde sentía un goce extrapolar y extrasensorial, cosas así, indefiniciones de humos ante algas y líquenes en nombre de su aparato respiratorio, existencialidades propuesta por escritores de la talla de Umberto Eco, Rushdie, Musil y otros. Federación Internacional de Traductores por Contrata. La FITC. La ONU. La OTAN. La OEA. Gremios seculares para traducir libros y palabrerías afables. Va ordenando los utensilios en un rincón del departamento. Marguerite lo llamó mientras estaba cagando, dejó un mensaje en la contestadora, solo faltaban unas fotos. Iría de inmediato a ayudarlo a recoger las cosas. Ya no importaba. Solo interesaba llamar a un taxi y marcharse de allí sin volver el rostro, dejar de lado diez años de intimidad con esas paredes de tonos azules y verdes, un tanto de negro y rojo oxido, años de humedad relativa al sexo, a la labor de investigar las manchas y los insectos que posaban, deshumanizar la metafísica, perderse en el nuevo condicionamiento de departamento, mirar por la ventana ciega a los muchachos reír por las chatarras, por los amaneramientos de los sonidos de los vehículos, cantar un blues descorazonamente, sentir los pasos irregulares de Marguerite cuando se va acercando a la puerta, toca, le abre y Aparicio la abraza, la besa, la lleva de mano y le muestra.          

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